El Hospital de los Venerables Sacerdotes,
conocido popularmente como Hospital de los Venerables, es un
edificio Barroco del siglo XVII. Es un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde
1970 y se encuentra en la Plaza de los
Venerables, en pleno Barrio de Santa
Cruz.
En 1627 la Hermandad del Silencio decidió amparar
a los sacerdotes ancianos, pobres e impedidos, comprando una casa para
atenderlos. Continuando con esta labor,
decidió crear un Hospital y en 1675
el canónigo Justino de Neve
lo fundó, para usarlo como residencia de venerables sacerdotes. Ese año comenzaron
las obras y se terminaron en 1697, interviniendo en ella los arquitectos Juan Domínguez (hasta
1687) y Leonardo de Figueroa.
El conjunto tiene dos
zonas, una de ellas la residencia de
sacerdotes y la otra una iglesia de una nave y bóveda de medio
cañón con lunetas y arcos fajones, construida a partir de 1689.
La residencia
cuenta con un patio sevillano, con una fuente central escalonada con gradas circulares
decoradas con azulejos. Alrededor del patio hay galerías de arcadas que se apoyan en columnas de mármol toscano.
En la iglesia
hay obras de Valdés Leal, destacando
la pintura al fresco de la bóveda del presbiterio y de Lucas Valdés y Virgilio Maltoni que ocupan el retablo mayor. También hay relieves de Martínez Montañés y algunas esculturas por Pedro Roldán. En la sacristía
destaca en el techo una pintura de Valdés
Leal (trampantojo).
En 1840 el edificio se convirtió en una fábrica de
tejidos, trasladándose los sacerdotes al Hospital de la Caridad. En 1848
volvieron de nuevo los sacerdotes, permaneciendo allí hasta la década de 1970.
Desde 1991 es
sede de la Fundación Focus Abengoa, donde se realizan exposiciones culturales, seminarios y
conciertos. También alberga el Centro Velázquez, donde se exponen, entre otros, el cuadro “Santa Rufina”
pintado por el artista entre 1629 y 1632.
El edifico da a dos calles, una de ellas la Plaza
de Los Venerables (llamada así desde 1868), donde estaba la puerta de
acceso a la residencia (entrada actual) y la otra la calle Jamerdana (una calle muy estrecha). En esta última está la fachada principal, con la entrada a la iglesia (normalmente cerrada), donde
destaca la hornacina central, donde está San Fernando, con la bola del mundo en la mano izquierda y al que le
falta la espada en la derecha.
Entrada por la Plaza de los Venerables (Julio de 2017) |
Derecha: Fachada por la calle Jamerdana, con la iglesia al fondo (Julio de 2017)
Fachada por la calle Jamerdana y puerta de entrada a la iglesia (Julio de 2017)
Parte superior de la fachada principal de la iglesia, donde destaca la hornacina central, donde está San Fernando, con la bola del mundo en la mano izquierda y al que le falta la espada en la derecha (Julio de 2017) |
Patio sevillano de la residencia con su fuente central escalonada con gradas circulares decoradas con azulejos. Alrededor las galerías de arcadas que se apoyan en columnas de mármol toscano (Febrero 2017) |
Patio sevillano de la residencia con su fuente central escalonada con gradas circulares decoradas con azulejos (Febrero 2017) |
Galería de la primera planta de patio sevillano de la residencia. Al fondo la iglesia (Febrero 2017) |
Interior de la galería de la primera planta de la residencia (Febrero de 2017) |
Altar Mayor de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017) |
Lateral de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017) |
Lateral y cúpula de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017) |
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