4 de agosto de 2017

Hospital de los Venerables

El Hospital de los Venerables Sacerdotes, conocido popularmente como Hospital de los Venerables, es un edificio Barroco del siglo XVII. Es un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1970 y se encuentra en la Plaza de los Venerables, en pleno Barrio de Santa Cruz.
En 1627 la Hermandad del Silencio decidió amparar a los sacerdotes ancianos, pobres e impedidos, comprando una casa para atenderlos.  Continuando con esta labor, decidió crear un Hospital y en 1675 el canónigo Justino de Neve lo fundó, para usarlo como residencia de venerables sacerdotes. Ese año comenzaron las obras y se terminaron en 1697, interviniendo en ella los arquitectos Juan Domínguez (hasta 1687) y Leonardo de Figueroa.
El conjunto tiene dos zonas, una de ellas la residencia de sacerdotes y la otra  una iglesia de una nave y bóveda de medio cañón con lunetas y arcos fajones, construida a partir de 1689.
La residencia cuenta con un patio sevillano, con una fuente central escalonada con gradas circulares decoradas con azulejos. Alrededor del patio hay galerías de arcadas que se apoyan en columnas de mármol toscano.
En la iglesia hay obras de Valdés Leal, destacando la pintura al fresco de la bóveda del presbiterio y de Lucas Valdés y Virgilio Maltoni que ocupan el retablo mayor. También hay relieves de Martínez Montañés y algunas esculturas por Pedro RoldánEn la sacristía destaca en el techo una pintura de Valdés Leal (trampantojo). 
En 1840 el edificio se convirtió en una fábrica de tejidos, trasladándose los sacerdotes al Hospital de la Caridad. En 1848 volvieron de nuevo los sacerdotes, permaneciendo allí hasta la década de 1970.
Desde 1991 es sede de la Fundación Focus Abengoa, donde se realizan exposiciones culturales, seminarios y conciertos. También alberga el Centro Velázquez, donde se exponen, entre otros, el cuadro “Santa Rufina” pintado por el artista entre 1629 y 1632.
El edifico da a dos calles, una de ellas la Plaza de Los Venerables (llamada así desde 1868), donde estaba la puerta de acceso a la residencia (entrada actual) y la otra la calle Jamerdana (una calle muy estrecha). En esta última está la fachada principal, con la entrada a la iglesia (normalmente cerrada), donde destaca la hornacina central, donde está San Fernando, con la bola del mundo en la mano izquierda y al que le falta la espada en la derecha.

Entrada por la Plaza de los Venerables (Julio de 2017)
    
           Izquierda: Fachada de la entrada por la Plaza de los Venerables (Julio de 2017)
           Derecha: Fachada por la calle Jamerdana, con la iglesia al fondo (Julio de 2017)

     
             Fachada por la calle Jamerdana y puerta de entrada a la iglesia (Julio de 2017)    
Parte superior de la fachada principal de la iglesia, donde destaca la hornacina central, donde está San Fernando, con la bola del mundo en la mano izquierda y al que le falta la espada en la derecha (Julio de 2017) 
Patio sevillano de la residencia con su fuente central escalonada con gradas circulares decoradas con azulejos. Alrededor las galerías de arcadas que se apoyan en columnas de mármol toscano (Febrero 2017)
Patio sevillano de la residencia con su fuente central escalonada con gradas circulares decoradas con azulejos (Febrero 2017)
Galería de la primera planta de patio sevillano de la residencia. Al fondo la iglesia (Febrero 2017)
Interior de la galería de la primera planta de la residencia
(Febrero de 2017)
Altar Mayor de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017)
Lateral de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017)
Lateral y cúpula de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017)
   
 Nave y Altar Mayor de la Iglesia de los Venerables (Febrero de 2017)
Pintura al fresco en el techo de la sacristía de la iglesia, en forma de trampantojo, obra de Juan Valdés Leal (febrero de 2017) 
 

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